Buscar este blog

martes, 28 de junio de 2011

Excursión a Sigüenza


 
El pasado sábado, 25 de Junio fuí de excursión a  Barbatona y Sigüenza, con el grupo de voluntarios del comedor Ave María de mi parroquia.
En Barbatona paramos para visitar el santuario de Nuestra Señora de la Salud y el padre Paulino, que dirige nuestro grupo, dijo misa allí. Después de pasar por la camarilla de esta virgen románica, nos dirigimos a Sigüenza, en el alto valle del río Henares. Marga, una guía estupenda que nos acompañó nos dijo que el nombre de esta ciudad significa 'la que domina el valle'.

Hay mucho que ver en esta ciudad.  Primero visitamos la Catedral, que está dedicada a Santa María la Mayor, patrona de la ciudad y cuyo origen se remonta a enero de 1124, cuando el obispo Bernardo de Agén reconquistó la ciudad a los musulmanes, en tiempos del reinado de Doña Urraca, hija de Alfonso V

Las obras de la catedral pasaron, durante los siglos posteriores por diferentes obispos, que fueron edificando en estilos propios de cada época hasta la nave central realizada en pleno gótico en el siglo XV en el que se cubrieron las bóvedas del crucero siendo obispo el futuro cardenal Mendoza. La parte ornamental se alargó hasta el siglo XVIII.

Era normal que las catedrales de la Edad Media se pusieran bajo la protección de las reliquias de un mártir, y con tal fin el obispo Bernardo de Agén trajo a Sigüenza las de la mártir Santa Librada, del siglo IV, desde Aquitania. Esta mártir es patrona de las embarazadas.

Pero la obra que más llama la atención de la catedral, es el enterramiento de Martín Vázquez de Arce, el Doncel de Sigüenza, que murió batallando contra los moros en la vega de Granada. La estatua, de alabastro, está vestida con armadura y con la cruz de Santiago en el pecho. Resulta peculiar porque no es una figura yacente, dormida, si no que se encuentra recostado, en actitud de leer un libro que sostiene abierto en sus manos. Toda la obra está policromada y es de finales del  S.XV.

Después de ver la magnífica sacristía y el claustro de la catedral nos dirigimos al castillo de los Obispos de Sigüenza, es un palacio-fortaleza erigido en el primer cuarto del siglo XII sobre otro anterior musulmán. Sufrió reformas en los siglos XIV, XV, XVI y XVIII, y fue parcialmente destruido en el siglo XIX, en el año 1811 y durante las guerras carlistas, y en el siglo XX, durante la guerra civil, lo que obligó a una restauración casi total siguiendo los planos y documentos antiguos.

Actualmente es Parador Nacional de Turismo. Marga nos contó que este castillo tiene fantasma, esta es su historia: Pedro I el Cruel, tras llegar a Valladolid su prometida, Blanca de Borbón, se casó con ésta el 3 de junio de 1353 por razón de Estado. El rey por entonces era amante de María de Padilla y abandonó a Blanca a los dos días y ordenó que la encerraran en Sigüenza. Desde su muerte ronda el castillo y se aparece...¡sólo a los hombres...!


Comimos un menú en el restaurante Castilla y la tarde trascurrió recorriendo las empedradas calles de Sigüenza -Marga dijo que era estupendo para masajear los pies- y viendo sus arcos de entrada, plazas porticadas y muralla.
Pasamos un estupendo día de turismo y convivencia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario