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sábado, 27 de agosto de 2011

De Valle a Valle

El pasado día 19 de agosto hicimos una excursión de travesía desde el Valle de Barrabés al Valle de Arán por el puerto de Viella.
Fuimos un variopinto grupo de 11: Jesús y Paloma, Alicia, Adela, Ángel, Charo (de León) y Antonio,- su marido- Miguel (de Málaga), Josep - sobrino de Ángel y guía del grupo-, Josep María y yo, Pepa.
Comenzamos la ascensión de 840 metros por la cara sur del tunel de Viella, a las 9.50h. El camino es bastante empinado, pasamos el Prá de la Espona, donde había un gran rebaño de ovejas. Íbamos viendo el valle de Barrabés. LLegamos a la cima del puerto de Viella a las 13h. y los más valientes subieron al pico (2.605m.),  los otros cinco- Ángel, Adela, Charo, Antonio y yo nos quedamos descansando.
Las vistas eran impresionantes: El Aneto y su glaciar, la Maladeta...y en frente los picos Montardo y Besiberri y el Estanh Redón.
Comimos bocatas preparados con el pan y salchichón que Josep María había cargado en su mochila, y echamos un trago del vino de Antonio. Charo,  Antonio y Miguel son amigos de Carmen Badía. Charo es vegeteriana y sabe mucho de dietética. Miguel es un montañero de altura, ha hecho Los Carros de Fuego - 50 kms de recorrido y 9.000 metros de desnivel (contando todos los picos), yendo de refugio en refugio, 9 en total. También hace bicicleta y escribe poesía, ¡ahí es nada!
El descenso, de unos 1.000 metros, fué algo duro, , íbamos con cuidado porque se resienten las rodillas,  pero había tramos suaves, pasamos por un riachuelo y un bosquecillo de abetos y las flores nos alegraban la vista. Jesús conoce los nombres de algunas como la flor árnica y a mí me encantó el tono fucsia de la dianthus deltoides y el abundante brezo que crece entre las rocas.





Llegamos cansados y sedientos pero felices de haber podido hacer la travesía.
Gracias Josep por guiarnos tan bien y enhorabuena a tí y a Carmen por vuestra reciente paternidad. La pequeña Neus es una preciosidad.

miércoles, 24 de agosto de 2011

Els Colomers sin palomas

Las hubo? Serían otros tiempos. El caso es que, ahora, sólo por el nombre- colomers igual, en castellano, a palomares- vienen a la mente estas aves, símbolo de la paz.

No las echamos en falta, pues hubo mucho que ver, estos parajes son un profundo regalo de la naturaleza: rocas, peñas, árboles de alta montaña, aguas que corren con un bello son. y que se remansan, a veces, formando una maravilla de lagos.

Seis éramos- Alicia, Paloma, Pepa, Jesús, Josep y Ángel- éste el cronista, ya viejo cronista, por edad y por las crónicas que escribió mucho tiempo ha-. Josep era el guía, un lujo, último grito, saber y maravillosa técnica.

En un pequeño microbús subimos, desde “Els Banys de Tredós”, al camino que lleva als Colomers, lagos así llamados..

Camino pendiente, hasta el gran lago-presa, de piedras que incitan a andar saltando de una en otra, de piedra a piedra y sigo porque me toca. También prados, arroyuelos que cantan haciendo una música natural, sin notas. Calor pero el vientecito que aparecía fue una deliciosa caricia..

Aquí, en el refugio, llamado también dels Colomers, se quedó Alicia con los dolores que le quedaron de la proeza del día anterior, y Paloma y Jesús, ya conocedores de la zona, le hicieron compañía.

Y los otros tres seguimos subiendo para llegar, tras coronar una montaña, a la morada de los lagos, unos siete, claros, espejeantes, colorido distinto producido por el sol, que no nos dejó. Tampoco el vientecillo, más presente aquí arriba, un regalo que nos protegió del calor y nos hizo .sentir como un cordial saludo por todo el cuerpo.

Espacios despejados, siempre con sol. Para sentarnos a tomar algo deseábamos la sombra y no había árboles. pero sí una roca inclinada formando una cavidad ideal para nuestros deseos. Fue Josep el que la vió en el momento oportuno y allí pudimos comer sin calor ya, hasta alguno, como yo, tumbarse para una pequeña siesta.

Y, en uno de estos bellos lagos, con dos islitas, una en cada extremo, nos dimos un baño de pies hasta la rodilla, experimentando el frescor agradable del agua.

Y seguimos hasta regresar, por un camino circular, al punto de partida, acompañados por otras gentes, de aquende y allende el Pirineo

20 de agosto de 2011

ÁNGEL