Buscar este blog

jueves, 2 de octubre de 2014

Canadá

Para vivir otro mundo, de paisajes y de humanos, nos fuimos, Pilar y yo, a Vancouver, extremo SurOeste de Canadá, cerca de USA, provincia de British Columbia, que vaya provincia, con más de 900.000 km2 y mucho autogobierno. Decidimos ver y vivir la zona. Para ello, nos inscribimos en un curso de inglés en una school de esa ciudad y lo hicimos como cualquier estudiante: ir a las clases, hacer los deberes y alojarnos en una casa de familia, junto a otros estudiantes.
En los cursos eran teenagers casi todos, así que convivimos con la humanidad del futuro, con un diálogo normal pese a poder ser nosotros casi sus abuelos.
De ellos, la mayoría eran japoneses, que hacían dos uves con el índice y el corazón de las dos manos cuando posaban para una foto; muy agradables, vivos y educados, nos hicieron percibir otro estilo, fuerte personalidad, curtida haciendo frente a las dificultades de su país, tan sísmico, de tanto contraste entre el Norte y el Sur y al que ellos aman profundamente a pesar de haber asimilado tan bien lo occidental en un esfuerzo de adaptación mental impresionante. Ha sido un contacto de mucho interés, enriquecedor, que deja un bello recuerdo.
En la familia, filipinos venidos a Cánada, éramos seis estudiantes: dos japonesas, una surcoreana, una mejicana, que, cuando se fue, ocupó su lugar otra japonesa. Compartíamos la cena y charlamos lo que pudimos, del Japón sobre todo, que hay que ver cómo les afecta el vino: como despedida, invitamos a una tarta- que hice yo- y a cava y vino de Rioja( se encuentran con facilidad vinos españoles-; pues, del vino de Rioja las japonesas se sirvieron un poquito, lo bañaron de agua pese a mi recriminación y aún así lo encontraron fuerte, tanto que se pusieron coloradas.
Realmente el paisaje humano de Vancouver es muy rico: variedad de gentes, de diversas culturas y razas, orientales y occidentales, que hablan un inglés que no acierta uno a saber con qué criterio lo hablan, pues a veces no puede adivinarse qué palabra pronuncian. Pero es la gente amable, ayudadora, agradable.
Los chinos merecen especial mención,su cultura es muy notable en la ciudad: Chinatown es, realmente, un pedazo de China en Canadá, donde, por ejemplo, en los restaurantes sólo te traen inicialmente palillos y no se bebe más que té, obsequio de la casa, y te van mostrando el menú a base de ir llevando carritos a tu mesa, cada uno de diferente clase de comida, la escoges y te la ponen directamente desde el carro.

Tiene la provincia un antiguo pasado indio, como otras partes de América, del que se conservan tótems, como los que se ven en la foto.

La situación de la ciudad es particular, rodeada de mar, así que, para ir de una parte a otra, existe el seabus, autobús que va por el agua, y se ven hidroaviones. Hay una isla en la ciudad, Grenville llamada, pequeña pero animada, con un pintoresco mercado cubierto, preferida de artistas varios que actúan al aire libre









La naturaleza circundante es de fuerte belleza: magníficos bosques, imponentes y variados árboles, con el arce- maple- como símbolo del país; osos que abundan y de los que nosotros vimos alguno de apacible aspecto, cual el de la foto
ballenas, que pudimos ver emergiendo y sumergiendo para echar el chorro respiratorio.







El canadian goose especial clase de ganso, otro símbolo de Canadá  





















y un animalito pequeño muy simpático y desenvuelto, visto en las Rocosas, que no tenía reparo en meterse dentro de un bolso abierto, como puede verse en esta foto





Fuimos a las clases todos los días y los fines de semana hicimos excursiones organizadas por la school: a Victoria, capital de la provincia, jardines, puerto pesquero, bonitos edificios históricos- el Parlamento de la provincia por ejemplo-muy British; está en la isla de Vancouver, así llamada aunque la ciudad de Vancouver está fuera de la isla. A Seattle- Siaro lo pronuncian- USA, donde hay tanto shopping que muchos hacen el viaje sólo para comprar.  

La excursión más importante fue a las Montañas Rocosas canadienses-Rocky Mountains- que duró 4 días. Imponente: lujo de montañas, de lagos- en la foto una muestra-, de ríos en que se podía ver deambular y a veces- por la mañana- saltar a los salmones.

En cabina aérea, por cable, subimos una montaña y fue impresionante en un día nublado atravesar en la subida las nubes y ver arriba el cielo despejado y abajo todo de nubes compactas formando como grandes lagos blancos.
También vimos glaciares y en uno de ellos hicimos un recorrido con vehículo especial.
Jóvenes de la excursión, en los comienzos del viaje, osaron saltando con el mejor espíritu-  


lunes, 1 de septiembre de 2014

Excursión al Portillón de Benasque desde El Hospital

Sin pizca de agujetas y con ganas de marcha, el día 6 de Agosto propuso Jesús hacer esta excursión, que ya había hecho con Paloma en anteriores ocasiones pero yo no conocía. Es una excursión de alta montaña, se sube a 2.500 metros y en relación al esfuerzo (medio-alto) un itinerario que permite contemplar uno de los mejores marcos alpinos de España.
Hicimos una ruta circular, comenzando en El Hospital de Benasque, iniciando al poco tiempo la dura subida por las rampas de Peña Blanca hacia el Portillón.
Seguimos el camino de herradura que históricamente se utilizaba para comunicar el Valle de Benasque con Bagneres de Louchon, en Francia.
Aunque el camino es relativamente cómodo, la subida no de tregua, pero todo el esfuerzo se ve más que compensado por la progresiva aparición de los glaciares de la Maladetas y del Alba primero y poco después la cima del Aneto con su majestuoso glaciar - el mayor del Pirineo.
En el tramo final se asciende a la brecha del Portillón, paso fronterizo con Francia, desde donde se contemplan los "Boms" (lagos glaciares en dialecto occitano) del Puerto.
De nuevo las nubes amenazan y definitivamente abandonamos la opción de subir al Pico Salvaguardia, 300 metros más alto. Jesús -precavido- nos hizo comer rápidamente por temor a  la posible tormenta.
El descenso en dirección a la Besurta, fue más suave, con cómodas lazadas y amenizado con los silbidos de las marmotas que tenían a Clarina desconcertada, buscando por todas partes.
La vista era espectacular: seguimos viendo el Aneto y un mar de cumbres tan significativas como la Cresta de Salenques, el Pico Rusell, el Mulleres, la Forqueta,...
Toda la pradera estaba cubierta de lirios y abetos, un espectáculo difícil de olvidar.
Ya en el fondo del valle giramos nuevamente al oeste y por las praderas del Plan de Estan, en una hora más alcanzamos el Hospital de benasque, justo a tiempo de tomar una cerveza antes de que una densa niebla lo cubriera todo.
No exagero al decir que es la excursión más bonita que he hecho en el Pirineo Aragonés.
Terminamos el día cenando el el restaurante "El Rincón", en Cerler, de nuevo al calor de la lumbre.

jueves, 14 de agosto de 2014

Excursión por el Valle de Estós y el Valle de Batisielles

Este año volví al Pirineo Aragonés, después de varios años sin visitarlo,  Fui con Jesús y Paloma y la inseparable Clarina.
Nos alojamos en Cerler en Casa Cornell, dónde ya habíamos estado otras veces.
El día 5 de Agosto, fecha de mi cumpleaños, hicimos nuestra primera excursión al Valle de Estós y de Batisielles.
Comenzamos la marcha a las 10 h. con un tiempo de claros y nubes. Remontamos siguiendo el curso del río Estós, contemplando los colores turquesa y agua marina del agua que caía con fuerza. La vegetación de ribera, con profusión de avellanos, tilos, fresnos y algún arce y sotobosque predominante de boj.
Según se asciende van apareciendo las cimas que bordean el valle: a la derecha, el imponente macizo del perdiguero, con abundantes neveros perpetuos y al fondo el Puerto de Chistau, paso natural al valle de Plan.A mitad del valle nos desviamos a la izquierda, subiendo por un bosque de hayas, buscando el pequeño y recóndito valle de Batisielles. Después de una subida de una hora larga, salvando un desnivel de 400 metros, por fin llegamos al ibón pequeño de Batisielles. El paisaje es de cuento, digno de un cuadro romántico de Friedrich: las agujas del Perramo y los abetos del valle se reflejan en la laguna...
Descendemos por temor a que se desarrolle una tormenta y tomamos nuestro picnic en una bella pradera alpina cuajada de flores: lirios, saxifragas, clavelinas y alguna flor de Lis.

La bajada un poco dura para mí porque me dolía un poco la rodilla derecha, pero enseguida se me pasó la molestia.
Cenamos en Cerler, en la terraza del restaurante La Picada donde se agradecía el calor de las brasas de la parrilla. Terminamos la velada con un brindis: ¡Salud!

jueves, 10 de abril de 2014

A todos mis amigos montañeros

                                                           




Ayer asistí al funeral de Mariano, el marido de Renate, una compañera del coro. Cantamos "Signore Delle Cime", una bellísima canción que Giuseppe de Marzi compuso en 1958 para un amigo que había muerto en la montaña. Yo me acordé de algunos amigos de la sierra que se nos fueron: Rafael Garde y más recientemente Fernando Garrido.  También recordé los paseos con mi hijo Marcos por los Montes de El Escorial.



Escribo la letra y traducción de esta canción y un enlace por si queréis escucharla.






https://www.youtube.com/watch?v=cT8rDYLuXYQ



        Signore delle Cime                   
Dio del cielo,                          Dios del cielo                                                     
Signore delle cime                  Señor de las cimas
Un nostro amigo                     Nuestro amigo
hai chiesto alla montagna       has pedido a la montaña
Ma ti preghiamo:                    Pero te rogamos:
su nel Paradiso                       Arriba en el Paraíso
lascialo andaré                        Déjalo ir
per le tue montagne.               Por tus montañas.



Santa Maria,                           Santa María,
Signora della neve,                 Señora de las nieves,
copri col bianco                      Cubre con la blanca,
soffice mantello,                     Suave capa,
il nostro amico,                       A nuestro amigo,
il nostro fratello.                     Nuestro hermano.
Su nel Paradiso                       Arriba en el Paraíso
lascialo andaré                        Déjalo ir
per le tue montagne.               Por tus montañas.


Cuando nos veamos os enseñaré a cantarla. Un abrazo fuerte