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jueves, 24 de septiembre de 2015

Recordando a Juan Ferrer

El pasado mes de julio falleció nuestro amigo Juan. Ayer 23 de septiembre asistimos a su funeral en la iglesia de Santa Gema unos cuantos amigos de la sierra: Adela, Aurora -que acudió acompañada de sus simpáticas nietas Cristina y Leire-,  Lupe, Maruxa, Pepe Berenguer y Ilse, Marga, Magali, Henrique y Tinita, Manolo y Mª Ángeles, José Luis... y Julia, su mujer.
Adela leyó unas líneas que había escrito Ángel Badía para la ocasión:
Llevó dentro de sí las más puras esencias de su tierra natal, honda Catalunya
Las llevó perfumadas por los aires de las otras tierras en las que vivió
Se enriqueció respirando el amor de otras culturas sin perder nunca los fundamentos de su base de partida.
Vital, de profundos afectos, disfrutó y sufrió. Derramó amor siempre.
La poesía fue uno de los amores de su alma sensible.
Generoso, vivió el placer de dar.
Valiente y templado ante la adversidad.
¡Qué bien haberte conocido! Te has ido pero nos dejas el recuerdo, la estela de tu vida, que nos ayudará en la nuestra.

A la salida nos quedamos un rato compartiendo los recuerdos que nos ha dejado Juan: Magali contaba lo amable que era y cómo siempre la recogía para ir a las excursiones. Marga le admiraba por su educación; Aurora dijo lo mucho que le apreciaba por su calidad humana, Adela recordaba la tortilla de patatas que siempre compartía con nosotros y ella se encargaba de repartir.... y así todos fuimos recordando a nuestro inolvidable compañero Juan: su amor a la poesía, su sentido del humor, lo mucho que disfrutaba de la naturaleza, sus conocimientos de micología...él nos enseñó a distinguir las setas ... Yo no olvidaré los dos días que pasamos Nines y yo en Barcelona, donde tuvimos el privilegio de tenerle como guía.  
Me habría gustado haber grabado su voz cuando nos recitaba algún poema. La última vez que le escuché fue el seis de diciembre del año 2012, en casa de Adela. Nos recitó el poema: "Si supiera Señor" del poeta cántabro José Luis Hidalgo, amigo personal de Juan.

Si supiera, Señor, que Tú me esperas, en el borde implacable de la muerte,
iría hacia tu luz como una lanza que atraviesa la noche y nunca vuelve.
Pero sé que no estás, que el vivir sólo es soñar con tu ser, inútilmente,
y sé que cuando muera es que Tú mismo serás lo que habrá muerto con mi muerte. 

Yo confío en que Juan no haya muerto para siempre. Que haya volado junto a Dios y que permanezca siempre vivo en el recuerdo de los que le queríamos.
Con todo cariño y gratitud por haber compartido con él tan buenos momentos le dedico la canción "Signore delle Cime" que G. de  Marzi, un compositor italiano, escribió cuando murió un amigo suyo montañero. Espero que un día todos: los amigos que nos han dejado - Rafael Garde, Fernando Garrido, Juan Ferrer- y los que nos iremos un día caminemos juntos por las montañas del paraíso. 

https://www.youtube.com/watch?v=cT8rDYLuXYQ
                           
Dio del cielo,                           Dios del cielo                                                     
Signore delle cime                  Señor de las cimas
Un nostro amigo                     Nuestro amigo
hai chiesto alla montagna       has pedido a la montaña
Ma ti preghiamo:                     Pero te rogamos:
su nel Paradiso                       Arriba en el Paraíso
lascialo andaré                        Déjalo ir
per le tue montagne.               Por tus montañas.

Santa Maria,                           Santa María,
Signora della neve,                 Señora de las nieves,
copri col bianco                       Cubre con la blanca,
soffice mantello,                      Suave capa,
il nostro amico,                        A nuestro amigo,
il nostro fratello.                      Nuestro hermano.
Su nel Paradiso                      Arriba en el Paraíso
lascialo andaré                       Déjalo ir
per le tue montagne.              Por tus montañas.


No dejéis de leer en los comentarios el escrito de Tasio Rodríguez, amigo íntimo de Juan y quien mejor le conocía.   

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Cordial Chicago


En un llano se alza Chicago, y nunca mejor dicho lo de se alza porque sus edificios son altos, rascacielos muchos, uno, el Willis Tower tiene 103 pisos y otro, el John Hancock Center, 94, al cual subimos, a 30 kms hora, en el ascensor y vimos la amplia llanura con el lago Michigan, que es como un mar, y el enjambre de las altas arquitecturas. En medio de la ciudad corre el río Chicago, de limpias aguas, que su trabajo costó pues fue pestilente en el pasado.

Yendo en barco por el río, se recorren los rascacielos, uno del ahora famoso, espero que por poco tiempo, Trump, por sus aspiraciones presidenciales y destaca otro destinado a aparcamiento, como puede verse en la foto de las torres redondas. 





Pero también hay edificios bajos, bastante majos, algunos diseñados por el famoso arquitecto local, Frank Lloyd Wright, y otros en lo que se llama el viejo Chicago.

 


  No lejos de la ciudad- se va en una especie de metro- está, rodeado de amplio jardín, el baihaitemplo destinado a todas las religiones según la idea de un religioso persa, bello edificio en una de cuyas columnas puede verse una cruz gamada bajo una estrella de David

Nosotros nos alojamos en casa de una señora, a través de la school en el piso 42, último de un edificio junto a un parque, Lincoln Park, apartamento con un salón amplísimo, como de 150 metros, vistas espléndidas y lleno de obras de arte, cual un museo. Con nosotros, dos italianos no estudiantes, ya conocidos o amigos de la señora.
La casa, con 500 apartamentos, es un mundo: porteros, servicio de seguridad, lavandería, lo que se llama aquí un condominio.

La ciudad, de gente amable- te suelen decir, como despedida "Have a nice day!"-, podemos decir que es en parte hispana, pues hay mucha gente de Hispanoamérica y se encuentra uno con muchos de nuestra lengua, hablada a veces con una dulzura y cadencia distinta de la nuestra, lo que es un gusto. Algunos letreros e indicaciones, como en los autobuses y trenes locales, están también en castellano.
Gente de diferentes razas y culturas: blancos, negros, asiáticos, europeos. La cultura italiana está muy presente: establecimientos, productos en el super, en que se echa de menos más oferta de los españoles, muy escasa proporcionalmente: una pena, para ellos y para nosotros.
Se siente uno seguro andando por la ciudad, son gente cívica, aunque se ve algún mendigo. Tienen sus pasiones por el deporte: el baseball, el futbol-aquí es una especie de rugby, el fútbol nuestro se llama ”soccer”- En los bares suele haber varias pantallas de tele, grandes, retransmitiendo diferentes deportes. De baseball hay tres partidos a la semana, viernes, sábado y domingo, del equipo de aquí, los chicago-cubs: intentamos ir un día pero nos informaron mal de la hora y llegamos cuando salía la gente; solo pudimos ver el ambiente de alrededor del estadio. Fue una pena, sin embargo, no poder ver un partido, que son, dicen, un espectáculo.

Es una ciudad de mucha actividad cultural y accesible a la gente: en el llamado Milenium Park, en pleno centro, ha habido todas las semanas en Agosto, varios conciertos gratis y de calidad: música clásica y jazz. Y pueden verse sentados en sillas o tumbados en la hierba. Por cierto, los conciertos de música clásica fueron dirigidos por Carlos Kalmar, director de la Orquesta de RTVE, conocido de los conciertos de fin de semana en TVE. Y, en uno de los de jazz, dirigió una chica joven, tipo esbelto, de color, mandando con sus manos, delicioso verlo. Con mucho orden todo.

Museos hay unos cuantos, el más notable el CHICAGO ART INSTITUTE, grandes tesoros: principalmente, pintura impresionista y moderna- en ésta, Picasso, Dalí, Chagall y muchos más- Fuimos dos veces.
Por la ciudad, en una plaza-Daley Plaza- hay una escultura de Picasso y otra de Miró, muy populares.
Muy notable es el Acuario, en el que destacan las rayas, de diferentes colores, algunas permitiendo que el público les acaricie el lomo, cosa muy novedosa.

Es ciudad de Jazz, muchos sitios, en algunos la gente bailando con la música, y de blues, éstos con intérpretes de color mayormente y muy vividos por el público.
La gastronomía, como no extrañará, no es el fuerte de Chicago: domina la comida rápida. Pero hacen una pizza maravillosa, que ni en Italia, reconocido por italianos: es una pizza muy recia y de sabrosa pasta, la Pizza Giordano, por el nombre del restaurante en que la ponen y la distribuyen, en su caso, a domicilio.

De Al Capone no hay museo, como es natural, pero se le recuerda: en un restaurante, nos dijo el camarero que allí se alojó “el brazo derecho de Al Capone”