Muchas fueron y trataré de evocarlas de la mejor manera
posible.El vario color de la piel de la gente es algo notable;
blancos, mestizos, indios, negros- éstos la inmensa mayoría- que
conviven sin problemas visibles. Con el apartheid,
establecido legalmente a partir de 1949, las leyes distinguían
cuatro clases de personas de acuerdo con los diferentes colores de
piel, cada una de ellas obligada a una existencia por separado:
lugares para vivir diferentes, educación en centros distintos, los
de los blancos por supuesto de la mejor calidad y los negros los de
peor; los mestizos e indios estuvieron mejor librados. En los
bancos de las calles o paseos se veía el letrero”White
only”
Se basaba este régimen, en estimar superiores a los
blancos, los únicos con derecho a voto, y duró, legalmente, hasta
principios de 1990 en que Frederik de Klerk, al asumir el poder,
inició su disolución, que se completó en 1994, cuando Nelsón
Mandela, liberado de la cárcel, que sufrió durante 27 años, ganó,
por amplia mayoría, las elecciones- primeras en que votaron todos
los sudáfricanos- y se convirtió en Presidente de la República.
Se extinguió el apartheid en 1994, legalmente pero esta
igualdad legal no supuso la igualdad económica: los negros y otra
gente de color que eran pobres con el apartheid continuaron siéndolo
al finalizar éste. Continuaron viviendo donde vivían, en los
llamados townships.
Visitamos uno de ellos, de negros, en Ciudad del Cabo, y vimos que
existen en él 3 categorías o clases-alta, media y baja-, ya que la
economía no la cambió el fin del apartheid y los negros que tenían
riqueza continuaron teniéndola y, aunque debían vivir en un
township, tenían mejores viviendas, mejor vida, aunque sus viviendas
están al lado de las más pobres. Así lo vimos. Adjunto fotos del
township.
El fin del apartheid, pues, no ha cambiado todavía el
hecho de que los blancos tengan una posición más próspera que los
negros pero ha mejorado las posibilidades de éstos y, así, pueden
estudiar en cualquier universidad y reciben ayudas del Estado.
Meritorio ha sido el que no se haya producido una
revancha de los negros contra los blancos por haber sufrido tal
sojuzgamiento sino que conviven unos y otros y hemos encontrado mucha
amabilidad en toda la gente, de todos los colores. Pero el haber sido
considerados los de color, los negros principalmente, inferiores, no
cabe duda que les ha hecho tener una menor estimación de sí mismos,
acentuada por el hecho de haber recibido una educación muy inferior
a la de los blancos. En los jóvenes, ya educados tras el apartheid,
se observa un nuevo espíritu, de jovialidad y confianza.
Variedad de razas y de idiomas, que hasta 11 idiomas
oficiales hay: el inglés domina pero se habla mucho africaner,
idioma de los holandeses- Boers-que vinieron aquí y se quedaron, y
en Ciudad del Cabo, se hablan mucho dos idiomas indígenas: el Xosha,
el idioma de Mandela, que se habla chasqueando la lengua, y el zulú,
idiomas oficiales
Otras vivencias han
sido el estudio del inglés, paisaje, los vinos, la riqueza de vida
animal.
Tuvimos la enorrne ventaja de vivir en el mismo edificio
de la escuela; las
clases no fueron muy allá pero convivimos con diferentes culturas:
negros de Angola, Gabón, Madagascar, Costa del Marfil; gente de
Arabia Saudí bastantes, no muy estudiosos algunos; de Brasil.
Variado elenco cultural.
Al lado del mar, contemplamos las potentes olas,
ondulantes y espumosas; montañas,
a veces muy pétreas como la Table Mountain, que, junto con el mar,
limita Ciudad del Cabo.
Ésta es una ciudad tranquila, por la que se puede pasear durante el
día sin peligro, lo que no sucede en otras ciudades como Johanesburgo. Y, como en otros sitios, llena está de pizzerías
y restaurante italianos. Tiene un magnífico, maravilloso, jardín botánico, en el que destaca la protea, bella flor, emblema de Sudáfrica- ahí va fotografiada.
Lo de ver animales
resultó muy bien. Desde Ciudad del Cabo, fuimos a Johanesburgo y, en
el aeropuerto, nos unimos a un grupo, en un minibús, hasta el Parque
Krüger, que ocupa unos 19000 kms cuadrados,en el Noreste, cerca de
Mozambique por donde sigue. Ibamos preparados para combatir la
malaria pero resultó que ya no la hay, así que no tomamos las
pastillas que llevábamos, aunque sí hay mosquitos contra lo que sí
nos prevenimos y no tuvimos picadas ni ningún problema de salud.
Nos alojamos en el mismo Parque, cuatro noches, la
primera en una lodge con
baño y tela antimosquitos y las otras en una tienda sin servicio.
Para llegar a ella teníamos que recorrer un trecho por bosque y nos
guiábamos, de noche, por la luz de unas bombillas puestas en el
camino y, de día, viendo el sitio donde estaban éstas colocadas.
Era una pequeña peripecia pero tenía su encanto.
Desayunábamos, tipo breakfast, en el mismo alojamiento
y cenábamos también; el lunch solimos hacerlo durante los
trayectos, en sitios donde parábamos.
Ibamos, por el parque, en un especie de jeep alto,
descubierto, salvo una mañana que fuimos andando con los guías
provistos de fusil, por si acaso. Por la noche, se iluminaba el
camino por potentes focos. Vimos muchísimos elefantes, impalas-
especie de ciervos-, jirafas, cebras, hipopótamos, y especialmente
leones, búfalos- con una cornamenta que les recorre toda la frente-
y rinocerontes, con cuerno y sin cuerno. Los principales animales son
los llamados big five,
elefantes, leones, búfalos, y leopardos.
De todos éstos vimos en el parque salvo leopardos, que no alcanzamos a verlos sino en una especie de clínica para animales, en que estuvimos un día y es notable que los animales que allí entran ya no salen más a la naturaleza porque atacan al hombre.
En el parque no se les da de comer a los animales, que
así viven como en la selva, por lo que los carnívoros, como los
leones, han de cazar para comer. Nosotros tuvimos la suerte de ver a
unos leones comiéndose a una cebra que había cazado y, como tras el
festín, se echaban la siesta. Lo vimos todo como a dos metros, desde
el jeep.
Vimos también antílopes y avestruces, y probé yo su
carne, rica.
Tienen también riqueza de
pájaros exóticos, que vimos cerca de Ciudad
del Cabo, en un parque- Hout Bay-.y
pingüinos haciendo
playa
Hicimos otra excursión, la Garden Route, desde Ciudad
del Cabo hacia el este, con un grupo de jóvenes, de los que cuatro
practicaron el bungee jumping,
tirándose desde un puente de más de 200 metros de alto; estuvimos
junto a ellos. Fue bello el paisaje y a la vuelta, vimos un bonito
panorama de campos amarillos, la colza.
Bueno, habrá que acabar ya, creo que ya es mucho lo
contado, lo principal. Gracias por el esfuerzo de leer y deseo que os
compense.
Gracias Ángel por el interesante relato que has escrito de vuestra estancia en Sudáfrica. ¡Bonitas fotos! Sólo echo de menos veros a vosotros en alguna...
ResponderEliminarThis is a lovely tour of South Africa and representation of the variety of people, nature and animals. Would have loved to see more photos of the stark differences in landscapes. I suggest adding a cultural experience next time by living with a rural Xhosa family for a few days ;).
ResponderEliminarEl comentario que aparece como unknown (desconocido) es de Annie, una amiga de mi hijo Marcos que vive in Sudáfrica. Gracias por escribir en nuestro blog, Annie. Si alguna vez viajo a tu pais seguiré tu consejo.
ResponderEliminarGracias Angel por ese bonito reportaje, espero oírte lo contar, supongo que habéis disfrutado. Me besos a los dos
ResponderEliminarGracias a los dos por vuestra detallada crónica sobre ese país que,se supone,no es muy conocido en España.Por lo que comentáis debe tener una naturaleza magnífica.Sobre vuestros seguros progresos en inglés que los analice Pepa.Besos
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